Historias felices

Violeta

El pase de diapositivas requiere JavaScript.

Me llamo Violeta, bueno, ahora me llamo Luna – a que es bonito! – y me han pedido que os cuente mi historia para que os animéis a ayudar a la gente tan maravillosa que me ha ayudado a mi.

Un día mis dueños me tiraron a la calle. Yo no hice nada malo, no sé qué pasó…. Igual es que un día que me dejaron suelta, conocí a más gatos y me quedé embarazada. No me habían esterilizado. No sé por qué se enfadaron conmigo. Por suerte, ya en lo malo, me tiraron a una casa donde una persona maravillosa me ayudó. Mis gatitos murieron, nunca los volví a ver.

Esta humana me ayudó muchísimo y me hizo sobrellevar todo lo que me estaba pasando. Me llevó al veterinario rápidamente porque me había puesto muy malita con el parto. Allí me dieron unas pastillas que en cuanto me di cuenta de lo bien que me sentaron me las tomé sin rechistar!

Unos días después ya estaba mejor y me llevaron a otro sitio para que me recuperase. Allí me dieron muchísimos mimos, aunque el primer día me porté un poco mal y me escapé por el bosque. Luego me tuvieron que bañar, pero también estuvo bien. Me dejaron muy suavecita y de paso me quitaron todos los bichos que tenía.

En pocos días me recuperé por completo y conocí a otra gata que también estaba en la misma casa…. He de reconocer que soy un poco trasto porque le robé todos los juguetes, peeeeeeero aún así tanto mis nuevos humanos como mi compañera gatuna me abrieron su casa y su corazón.

Ahora ya estoy bien del todo y he encontrado mi hogar definitivo con una chica super maja con la que me echo la siesta todos los días.

Solo soy una gatita, me han dicho que me parezco un poco a una mofeta…, pero buena gente me ayudó, ellos no miraron para otro lado.

Por favor, si puedes, ayuda para que otros de mis compañeros abandonados puedan darle un giro a su vida.

Fito

El pase de diapositivas requiere JavaScript.

Hola, me llamo Fito, dicen que tengo unos seis meses.

El día de Sant Jordi (de ahí el nombre de mi hermano) unas personas muy majas nos rescataron  a mis hermanos y mi, bueno primero consiguieron hacerse con mis hermanos, yo soy un poco más trasto o tímido, como dice mi familia y a mí me tuvieron que esperar toda la noche hasta que por fin caí en una jaula, que me daba mucho miedo. Esas personas me sacaron de ahí porque tanto mis hermanos como yo estábamos al lado de la autovía en una casa abandonada que olía fatal y mi mamá llevaba unos días sin aparecer. Por fin me juntaron con mis hermanitos, nos metieron en un transportín y nos llevaron al veterinario, nos dieron una pastilla asquerosa y nos rociaron con un spray que olía fatal, decían que estábamos llenitos de pulgas y garrapatas pero con eso desapareció. Por fin nos dejaron tranquilos en una casa con jardín y nuevos amigos perretes, unas personas muy majas nos daban de comer, uhm, que rico estaba eso!!

De vez en cuando bajaban una chica y un perro enorme negro, a mi no me gustaba!! Tan grande y con tanto pelo, asi que le ladraba, pero los pesados volvían y como con ellos dos no era suficiente, luego vinieron acompañados de un chico. Los tres pesados volvieron a venir y me llevaron en otro transportín a una casa rara, sin jardín y con ese maldito perro negro enorme y peludo. Resultó que esa gente era maja y el perro negro y grande tenía nombre, se llamaba Trece y resultó ser un tio guay, al que puedo morder y dar la plasta siempre que quiero, mi hermano Trece!!

Sigo en esa casa, muy feliz, con mi familia, me han llevado al río, al pantano, a Salamanca… hay más gente maja a la que suelo ver casi todas las semanas. Me sacan todos los días de paseo junto con más perros que son mis amigos y he de decir que me encanta mi nueva familia.
Gracias a todos los que hicisteis de mi un perro feliz, os quiero!!!

Mía, un nuevo comienzo

El pase de diapositivas requiere JavaScript.

Mía es una gatita callejera que se ha ganado a pulso un lugar en esta sección.

Su vida, como callejera que es, no ha estado libre de penurias y peligros, aún así, tenía una relación distante con uno de los miembros de Gaia, acudiendo a diario a su propiedad a comer y tomar el sol. Un día llegó arrastrando sus patas traseras, su estado empezó a deteriorarse por momentos. Un primera hipótesis fue pensar en un atropello, una agresión por otro animal, una paliza… A pesar de su deterioro, no permitía su captura, hasta que un día apareció acurrucada en un rincón, ya no podía más, la vida se le iba… Despedía un hedor terrible y estaba muy débil. La sorpresa vino cuando fuimos conscientes de que estaba teniendo un parto, a pesar de su estado tan débil y tan grave.

Después de muchas horas, seguía sin poder expulsar las crías y ante la gravedad, se la llevó al veterinario donde se puso de manifiesto que las crías estaban momificados y putrefactas. Tenía una infección gravísima y su estado era extremo. Para complicar más las cosas, se vió que su lesión en las caderas y patas posteriores se debía a que algún desgraciado se había entretenido, disparando perdigones a la pobre Mía. No sabíamos si volvería a caminar con normalidad. Después de hacer todo lo que se pudo, volvió a casa y al día siguiente se puso nuevamente de parto: esta vez expulsó una cría totalmente formada pero muerta.

Ha necesitado mucha medicación para combatir la infección, comida especial para su recuperación y después de muchas semanas de cuidados, a finales del mes de Junio (2018) fue esterilizada en la Clínica Castellanos, pero al proceder a la castración, tuvimos otra sorpresa: aún tenía más perdigones dentro y uno de ellos era poco común, como si fuera un perdigón de presión.

Después de un breve periodo de recuperación, se la dió el alta y hace unos días fue liberada. Se ha recuperado totalmente de su lesión en las caderas y corre y salta con normalidad.

Lo mas emotivo de esta historia, de por sí ya emotiva, es que Mía es feliz viviendo en libertad, pero todos los días come y duerme en la casa de nuestra compañera, donde sabe tiene cobijo, seguridad y mucho cariño.

Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar
search previous next tag category expand menu location phone mail time cart zoom edit close